jueves, 18 de septiembre de 2008

lunes, 15 de septiembre de 2008

Medianeras

Un corto.
Calculo que a muchos le va a gustar
NOTA: Woody Allen NO tiene nada que ver con el corto...



Un film de Gustavo Taretto con Javier Drolas y Moro Anghileri.

martes, 2 de septiembre de 2008

Europa 3

Pisa

Londres

Capilla Sixtina

domingo, 31 de agosto de 2008

Huesito

Sí, ya se...

Seré un nostalgico de mierda, pero extraño el huesito de la buena suerte...

Que pasó con los pollos? ya no lo traen más? Era solo cosa de comer con los padres?
Hasta nos hemos peleado por quienes los rompian...

P.


Internet: TODO

Hasta encontre una empresa que fabrica huesitos de plastico y LOS VENDE!!! (en USA obvio)
http://www.luckybreakwishbone.com

Otra data:

Cuando el pollo no era un platillo común y sólo se servía en ocasiones especiales, quebrar el "huesito de la suerte" representaba todo un acontecimiento. La suerte comenzaba cuando una persona encontraba en su ración el huesito y escogía a uno de los comensales para quebrarlo. Quien se quedaba con la parte más larga pedía un deseo, el cual, según la creencia, se cumpliría.

La costumbre de partir "huesitos de la suerte" se remonta cientos de años atrás. Los estudiosos afirman que tal práctica se llevaba a cabo siglos antes de Cristo. Los pueblos antiguos veneraban a los gallos porque anunciaban el nuevo día y a las gallinas porque daban huevos.

En el siglo IV a.C., los etruscos de Italia central sacrificaban aves para invocar a uno de sus dioses y poder así predecir el futuro o resolver problemas. El hueso ahorquillado del pecho de las aves, la espoleta, se dejaba secar al sol. Más tarde, dos personas lo quebraban, exactamente como lo hacemos ahora, y quien se quedaba con la parte más grande formulaba un deseo. Los romanos adoptaron la costumbre, llevándola a diversas partes de Europa.

lunes, 18 de agosto de 2008

Europa 2

Atenas
Paris (obvio no?)

España "Una Rosa"

Brujas "Turistas bajo el agua"

miércoles, 13 de agosto de 2008

El Tiempo

Ya hace 6 meses que me fuí a vivir solo solo.

Ayer, después de varias veces de posponerlo, tomé valor y me enfrenté a mi pasado.
Mi ex cuarto todavía estaba lleno de cosas mias (muchas, muchiiisimas)
La nostalgia me superó.
Aún no pude tirar nada. Hoy trataré de terminar.

Al llegar a mi casa recordé algo que escribió el grosso de mi hermano sobre la nostalgia. Lo busqué. Aquí está:

El Tiempo

A veces llueve, y uno dice que hay mal tiempo.

Y al mal tiempo, dice uno también, buena cara.

Pero el tiempo también son los minutos, las horas, los años.

Y ese tiempo, el del reloj, también puede ser malo, y es más difícil poner buena cara.

El tiempo, dice la canción, pasa.

Y, también dice la canción, nos vamos poniendo viejos.

Lo cual es verdad, pero es bueno decirlo.

Y saberlo.

Por eso lo repito: el tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos.

Cada minuto que pasa, más dolores se acumulan y menos ilusiones quedan.

Cada minuto estamos más cerca del final, los objetos que nos rodean comienzan a tener valor sólo por lo que nos recuerdan.

Papeles, fotos, ropa, libros, música.

Todo nos remite a algo.

Cada objeto es un momento de la historia.

De nuestra pequeña historia.

La nostalgia, el deseo doloroso por regresar, esa palabra inventada por un hombre que sintió la nostalgia, no el primero, pero si el primero que necesitó ponerle nombre.

Los dolores que no son del cuerpo, no tienen nombre.

Dolor por la muerte de alguien, dolor por el amor perdido, dolor por el fracaso.

Los dolores no tienen nombre, pero este hombre, Johannes Hofer, sintió tanto dolor, sintió una añoranza tan fuerte y dolorosa por el pasado, que supo que ese dolor merecía un nombre.

Y así juntó nóstos, palabra griega que significa “regreso” y álgos, que significa “dolor”.

Son palabras griegas, que nadie necesitó juntar, combinar para formar otra, cargada de significado.

Johannes Hofer, un nostálgico, el primero en ser denominado así, seguramente sufrió gran parte de su vida.

Por eso inventó la palabra.

Todos estamos más tranquilos si lo que nos pasa tiene nombre. Sabemos de ese modo que no somos los únicos. Nos sentimos protegidos por un término que describe en algunas letras todo nuestro estado.

Bueno, como decía, el tiempo puede ser el clima, y también puede ser la vida, y cuando digo mal tiempo, me refiero a la lluvia, pero también a la nostalgia.

Leonardo S.

martes, 5 de agosto de 2008

Una noche más

Una sábado más, casi las mismas palabras:

- Hacemos pijama party hoy?
- Y cómo vendría a ser?
- Necesito dormir abrazada.
- Ok. Dale.

miércoles, 23 de julio de 2008

Animales

Los seres humanos somos animales.

Recuerdenlo.

Animales.

martes, 15 de julio de 2008

Europa 1

Mezquita Azul - Estambul - Turquía
La verdad que fué el país que mas me flasheó, hay muuuchas mezquitas por todos lados. Cuatro veces por día llaman a resar por altoparlantes (leen partes del Corán), es MUY loco. Se escucha en toda la ciudad. Video



Auschwitz-Birkenau
Que más puedo decir...



La Rambla - Barcelona - España
Podemos decir que es la parte de la ciudad donde se concentran todos los turistas.
La verdad que me dejó mucho que desear Barcelona. La pasé muy bien, pero esperaba más.

lunes, 7 de julio de 2008

¿Vale la pena?

Esto me lo mando mi amiga Lorena de Junin cuando yo estaba muy mal. Por amor, obvio...

Algo que me sorprende es la capacidad que tenemos para sufrir y aguantar por amor los desprecios de la persona supuestamente amada.

¿Qué necesitamos o qué nos hace falta para estar aferrados a alguien que su sola presencia nos lastima y hace que perdamos poco a poco nuestra propia identidad y autoestima? ¿Por qué sufrimos por alguien que perdimos, aun ya cuando nos habíamos convencido que su partida era lo mejor para nosotros? En alguna parte alguna vez leí: “EL AMOR VERDADERO LIBERA, NO TE HACE ESCLAVO DE LA VOLUNTAD, NI DEL ESTADO DE ANIMO DE LA OTRA PERSONA. EL AMOR VERDADERO TE HACE SER VOS Y TE LLEVA A LIMITES INIMAGINABLES. TE IMPULSA A DAR LO MEJOR DE VOS, NO PORQUE TENGAS A LA OTRA PERSONA A TU LADO, SINO PORQUE ESA PERSONA TE AYUDA A DESCUBRIRTE”.

¿Vale la pena sufrir por alguien? ¿Qué tan dispuestos estamos a sufrir por alguien?

Cuentan que una bella princesa estaba buscando consorte. Aristócratas y adinerados señores habían llegado de todas partes para ofrecer sus maravillosos regalos. Joyas, tierras, ejércitos y tronos conformaban los obsequios para conquistar a tan especial criatura. Entre los candidatos se encontraba un joven plebeyo, que no tenía más riqueza que amor y perseverancia. Cuando le llegó el momento de hablar, dijo: “Princesa, te he amado toda mi vida. Como soy un hombre pobre y no tengo tesoros para darte, te ofrezco mi sacrificio como prueba de amor. Estaré cien días sentado bajo tu ventana, sin más alimentos que la lluvia y sin más ropas que las que llevo puestas. Esa es mi dote…”. La princesa, conmovida por semejante gesto de amor, decidió aceptar: "Tendrás tu oportunidad; si pasas la prueba, me desposaras”.

Así pasaron las horas y los días. El pretendiente estuvo sentado, soportando los vientos, la nieve y las noches heladas. Sin pestañear, con la vista fija en el balcón de su amada, el valiente vasallo siguió firme en su empeño, sin desfallecer un momento. De vez en cuando la cortina de la ventana real dejaba traslucir la esbelta figura de la princesa, la cual, con un noble gesto y una sonrisa, aprobaba la faena. Todo iba a las mil maravillas. Incluso algunos optimistas habían comenzado a planear los festejos. Al llegar al día noventa y nueve, los pobladores de la zona habían salido a animar al próximo monarca. Todo era alegría y jolgorio, hasta que de pronto, cuando faltaba una hora para cumplirse el plazo, ante la mirada atónita de los asistentes y la perplejidad de la joven princesa, se levantó y sin dar explicación alguna, se alejó lentamente del lugar.

Unas semanas después, mientras deambulaba por un solitario camino, un niño lo alcanzó y le preguntó ¿Qué fue lo que te ocurrió?...Estabas a un paso de lograr la meta… ¿Por qué perdiste esa oportunidad?... ¿Por que te retiraste?... Con profunda consternación y algunas lagrimas mal disimuladas, contestó en voz baja: “Si ella no me ahorro un día de sufrimiento… Ni siquiera una hora, es porque no merecía mi amor”. El merecimiento no siempre es egolatría sino dignidad. Cuando damos lo mejor de nosotros mismos a otra persona, cuando decidimos compartir la vida, cuando abrimos nuestro corazón de par en par y desnudamos el alma hasta el último rincón, cuando perdemos la vergüenza, cuando los secretos dejan de serlo, al menos merecemos comprensión. Que se nos menosprecie, ignore, olvide o desconozca friamente el amor que regalamos a manos llenas, es desconsideración o, en el mejor de los casos, desinterés o ligereza. Cuando amamos a alguien que además de no correspondernos desprecia nuestro amor y nos hiere, estamos en el lugar equivocado. Esa persona no es merecedora del afecto que le prodigamos.

La cosa es clara: si no me siento bien recibido en algún lugar, empaco y me voy. Nadie se quedaría tratando de agradar y disculpándose por no ser como les gustaría que fuera. No hay vuelta de hoja: en cualquier relación de pareja que tengas, no te merece quien no te ame, y menos aun, quien te lastime. Y si alguien te hiere reiteradamente sin “mala intención”, puede que te merezca pero no te conviene.

Retirarse a tiempo con la satisfacción de haber dado lo mejor de nosotros mismos no tiene precio.

¡ANIMO……..ESFORCEMONOS POR SER FELICES!!! La vida es una obra de teatro que no permite ensayos… Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida… antes que el telón termine sin aplausos.

No Aclares Que Amanece

Situación.
Conoces una chica en algun bar, boliche, supermercado, internet, reunión de amigos etc.
Pinta buena onda, pero hasta ahí...
Que significa "hasta ahí"? Significa que podés salir un par de veces (o las que sean) y pasarla bien. Pero sabés que no va a pasar más que eso. O porque no da para novia la chica en cuestión, o porque no está en tus planes ponerte de novio ni nada. (obviamente también te puede pasar que estás segurísimo de no querer saber nada y enamorarte a full...)

Entonces... ¿Qué es lo que uno tiene que hacer? ¿Cómo se hace para aclarar esto?
Porque eso de: nos conocemos-salimos-garchamos-desaparezco no me da ni a palos...
¿Cómo hay que hacer para no generar falsas espectativas?
¿Cómo hay que hacer para no jugar con los sentimientos del otro?
¿Existe alguna forma diplomatica de plantearlo? O hay que salir, disfrutar, y despues mandar algun chamuyo despachante tipo "no se que me pasa pero..." "no puedo dejar de pensar en mi ex" "no sos vos, soy yo..." y ese tipo de cosas?

No se.

Todo muy complicado.

miércoles, 25 de junio de 2008

Disyuntiva

No es que me haya pasado muchas veces pero bueno…
El tema es el siguiente.
Estás a la casa de una chica que vive sola. Vas al baño y obviamente la tabla está baja. Entonces ahí empiezo a pensar. ¿Que hago?
Obvio que voy a levantar la tabla para hace pis. Pero después que?
¿La dejo levantada o la vuelvo a bajar?
Si la vuelvo a bajar tal vez piensa que usé el baño y nunca levanté la tabla... Y si la dejo levantada puede pensar que soy un desconsiderado y no me importó nada. No solo eso, sino que al estar tan acostumbrada a que la tabla esté siempre baja se siente directamente y ahí es peor…

martes, 24 de junio de 2008

OVNI??

Estas dos fotos las saqué en Florencia el 1-12 de 2006. Puse la cámara en un trípode y sacó dos fotos en forma automática con un intervalo de menos de 1 segundo entre ambas... Ya estando en Buenos Aires lo descubrí.
Que MIERDA sera???

lunes, 23 de junio de 2008

Nostalgico yo? naaah

Tal vez para algunos es una boludez gastar plata en estas cosas. Pero como para mi no, me di el gusto y me las compré.

Hete (o ete?) aquí mis adquisiciones:



jueves, 19 de junio de 2008

Choto-choto

Que dia choto choto el de Hoy.

Me dieron muchas ganas de irme a tomar la merienda a Atalaya y comerme media docenas de medialunas.

Estuve a punto de ir pero nadie me hacia la segunda...